
Sanar acompañadas: cómo una consulta de psicología puede convertirse en comunidad
- Gema Benito González

- Oct 20
- 2 min read
En mi consulta —tanto en Barajas como online—, me conmueve ver cómo las personas llegan con historias muy distintas y, sin saberlo, comparten un mismo hilo invisible: el deseo de comprenderse, de sanar, de volver a sentirse en casa dentro de sí mismas.
Por eso, me gusta pensar en este espacio como algo más que una consulta de psicología: una comunidad glocal, donde lo local y lo global se entrelazan. Donde una persona que vive en el barrio puede sentirse acompañada por otra que reside a miles de kilómetros. Porque las emociones humanas no entienden de fronteras.
🌿 Un libro de visitas que nos conecta
Pronto abriremos en la consulta presencial un pequeño libro de visitas, un rincón simbólico en el que quienes pasen por este espacio terapéutico puedan dejar unas líneas, una reflexión o una recomendación —a veces incluso una receta de cocina—. Palabras que acompañan. Gestos que hacen comunidad.
No se trata de compartir confidencias, sino de tejer vínculos invisibles entre personas que, aunque no se conozcan, transitan procesos parecidos de cambio, calma o reconstrucción.
💬 “Yo también he estado ahí”
Quizás alguien lea un mensaje y sienta alivio al reconocer que no es la única persona que atraviesa esa etapa de transición. Quizás otras encuentren inspiración en cómo alguien describe su propio proceso de reconexión con la naturaleza o con su cuerpo.
La idea es sencilla, pero poderosa: crear comunidad desde la escucha y la resonancia. Porque, como suelo decir en consulta, “sanamos en compañía”.
🌍 Una consulta glocal
Este proyecto glocal —local y global a la vez— sigue creciendo con cada historia compartida. Desde Barajas, desde Finlandia o desde un pequeño pueblo donde también se vive la terapia online con la misma calidez.
Cada persona deja su semilla, y entre todas ellas florece una red que acompaña y da sentido.






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