top of page

Cómo se vive una sesión de Brainspotting: guía desde dentro del proceso terapéutico

  • Writer: Gema Benito González
    Gema Benito González
  • Aug 8
  • 3 min read

Cuando escuchamos hablar de técnicas terapéuticas innovadoras, a menudo nos cuesta imaginar cómo se viven realmente. ¿Qué pasa cuando cierras los ojos en una consulta? ¿Qué ocurre dentro de ti? En este artículo te comparto, de forma cercana y respetuosa, cómo suele vivirse una sesión de Brainspotting desde dentro, para que puedas decidir si este enfoque puede ayudarte.


¿Qué es el Brainspotting?


El Brainspotting es una herramienta terapéutica creada por David Grand que permite acceder a experiencias emocionales profundas a través de la conexión entre el sistema nervioso, la mirada y el cuerpo. Se basa en la premisa de que "donde miras afecta cómo te sientes", y utiliza puntos oculares específicos (brainspots) para liberar cargas emocionales almacenadas en el cuerpo, sin necesidad de verbalizarlas por completo.


Antes de empezar: un espacio seguro


La terapeuta te recibirá con una actitud serena, explicándote paso a paso lo que haréis en sesión, y recordándote que tú decides en todo momento hasta dónde quieres llegar.


No necesitas haber vivido un trauma para beneficiarte del Brainspotting. Muchas personas lo utilizan para trabajar ansiedad, bloqueos creativos, insomnio, toma de decisiones, heridas emocionales o estrés acumulado.


El inicio de la sesión


Tras una pequeña conversación inicial para conectar contigo y acotar lo que quieres trabajar, la terapeuta te invitará a cerrar los ojos o centrarte en una sensación corporal relacionada con el tema. Puede ser una emoción difusa, una tensión en el cuerpo o un recuerdo.


A partir de ahí, se explora el lugar donde esa experiencia "vive" en tu cuerpo: una presión en el pecho, un nudo en la garganta, un cosquilleo en las piernas… No se fuerza nada, simplemente se observa.


Encontrar el punto


Con ayuda de un puntero, que la terapeuta mueve frente a ti, mientras tú observas cuándo se intensifica o se alivia lo que sientes. En ese punto exacto donde hay resonancia, se detiene. Ese es tu brainspot.


A partir de ahí, el trabajo se vuelve profundamente interno.


El proceso interior


Durante el tiempo que estás en el punto, puedes cerrar los ojos o dejarlos abiertos. La terapeuta permanece contigo, acompañando tu proceso sin interrumpir.


Tu mente puede divagar, aparecer imágenes, recuerdos o sensaciones físicas. A veces surgen lágrimas, otras veces risa, otras sólo una calma que sorprende. Es como si tu cuerpo y tu sistema nervioso comenzaran a reorganizar lo que estaba desordenado.


No necesitas explicarlo todo. Brainspotting trabaja a un nivel subcortical, donde las palabras no siempre alcanzan.


Cierre y vuelta al presente


La sesión termina con una vuelta progresiva al momento presente. Se valida lo vivido, se integran las sensaciones y se da espacio para compartir si lo deseas. Muchas personas sienten ligereza, claridad o simplemente una mayor conexión consigo mismas.


No siempre hay una “respuesta” inmediata. A veces el cambio se siente en los días posteriores: duermes mejor, tomas decisiones con más confianza, o reaccionas con menos ansiedad a lo que antes te removía.


Una experiencia íntima y transformadora


Cada sesión es distinta, porque cada persona es única. Lo importante es que no hay juicio, ni presión. El Brainspotting te acompaña a tu ritmo, con suavidad pero con profundidad, y puede abrir puertas que ni sabías que estaban cerradas.


Si estás buscando un tipo de terapia que te permita explorar sin forzar, sentir sin necesidad de explicarlo todo y sanar desde el cuerpo hacia la mente, quizás esta sea una herramienta que merezca la pena explorar. En la landing de Brainspotting te explico cómo funciona esta herramienta terapéutica profunda y respetuosa, centrada en el cuerpo y en tu ritmo interno.

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating

Si te ha resultado útil, compártelo en tus redes

bottom of page